13 dic 2012

El sueño de la tortuga azul

"Ana está a punto de nacer y sus expectativas sobre el mundo incluyen el que las personas se tomen el tiempo suficiente para disfrutar de lo que verdaderamente importa: los olores, los colores, los sabores... Ansiosa por saber cómo será, consigue ver a través de su ventana de los sueños un paisaje que poco tiene que ver con esto, y es que las prisas, se han adueñado de la vida.
Ante esto busca la forma de ayudar a las personas que formarán parte de su vida a que vuelvan a ser conscientes de la importancia que tiene tomarse el tiempo necesario para disfrutar de las cosas, a tener paciencia, a ir despacito un poco más despacito.
Por ello Ana deseó nacer tortuga, algo imposible… ¿o no?"

 Este precioso texto, cargado de buenas expectativas,  es el que nos encontramos en la contraportada de "El Sueño de la Tortuga Azul". Y nos lo cuenta su autora, Coral Gil, que es la tía de la protagonista, Ana, una niña con Síndrome de Down que está a punto de nacer y que junto a las preciosas ilustraciones de Anna Yuste, han sabido explicar de manera sencilla y muy realista lo que a muchos padres a punto de serlo les invade al saber que su hijo será diferente. 



                      Prólogo de “El sueño de la Tortuga Azul” y composición de foto tomada de Downberri.org
   Anita está a punto de nacer. Se asoma a su pequeña ventana para echar un vistazo al que será su nuevo mundo y lo que ve no parece gustarle nada. 



   Las personas que formarán parte de su vida hacen de la suya una vida rodeada de prisas, un lugar de competición, sin pararse a disfrutar de los olores, los sabores, los pequeños momentos, esos sonidos agradables, la música. 

Todo parece tan desolador, hasta que en su recorrido se encuentra a una tortuga, no una tortuga cualquiera, es lenta, pausada, pero capaz de reconocer el olor de las manzana asadas, la ropa tendida o la hierba recién cortada. Ella se toma su tiempo.

   Desde ese momento Anita sabrá, a través de la tortuga y de la semilla especial que ella aporta,  cuál será su misión. Su llegada al mundo causará tristeza a los que la esperan, pero un día saldrá el sol y verán claramente el brillo de su mirada que ayudará a los suyos a recuperar y disfrutar de ese tiempo perdido.   La llegada de un nuevo hijo, para todos nosotros, está cargada de sueños e ilusiones, de grandes esperanzas. Pero algo parece romperse definitivamente al saber que el hijo que esperas será diferente y todas las expectativas depositadas en este momento se desmoronan. Así de real es la cuestión.  Esas ilusiones son invadidas por sentimientos de miedo, incertidumbre, dudas e incluso culpa. El mundo que sueñas es sustituido por otro no planificado, un mundo que se debe recorrer en volandas, llevado por otros, sin apenas parase a pensar, a sentir. Y eso es precisamente lo que nos ofrece este cuento, que superado este primer momento, el mundo se saborea a pedazos, desde los pequeños gestos. Que las expectativas, aunque diferentes y algunas veces, de futuro incierto,  son sustituidas por otras nuevas, pero lo que se recibe tiene un enorme valor. Y no es ni más ni menos,  que el amor que se es capaz de entregar y que carece de límites,  y el que sin límites se recibe. Es entonces cuando ese mundo extraño se convierte en propio, cuando se celebra el milagro de saber disfrutarlo a pequeños sorbos. 
Para conocer más sobre la autora y sobre el cuento podéis visitar su página de Facebook
El Sueño de la tortuga Azul se puede adquirir en Lulu. com 
Te interesa visitar:
Y por supuesto...DOWN Cáceres
MUY Interesante:
Exposición Mas Allá de un Rostro, donde nuestra Ana, como curiosidad ejerció de modelo! (La tenéis en la portada con un gorrito blanco)
Un abrazo para ella y su familia.

4 comentarios:

  1. Genial, como siempre.
    Ojalá todos los padres con hijos con Síndrome de Down fueran capaces de verlo de esta manera, de darse su tiempo y disfrutar de esos pequeños gestos. Ojalá no hubiera pequeños/as repudiados por estas cuestiones y otras semejantes. Ojalá todos fuéramos capaz de aplicar la moraleja de este cuento a nuestro día a día. Ojalá.

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    1. Hola amiga, estoy segura de que la inmensa mayoría de los padres han aprendido a seguir y disfrutar de este ritmo de aprendizaje, aunque, como dice Coral en este precioso cuento, de manera diferente, a paso lento y con total entrega y a pesar de que no dejan de encontrarse baches sociales, políticos, económicos... en su recorrido. Lo de ser repudiados como tal... Hoy en día hay forma muy sutiles de repudio social...Y eso es lo que más duele. Un abrazo

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  2. Guau! se me ha puesto la piel de gallina leyendo tu entrada. No sé que decir, excepto muchas gracias, no sólo por tus palabras, sino por haber leído (y sentido) este pequeño cuento que nació con la única ambición de ordenar mis sentimientos, pensamientos e ideas de por qué Ana es como es y por qué vino a nuestro mundo y a nuestra familia y de paso ayudar a los que la queremos a enfocar su existencia como algo que haría de la nuestra algo mucho más positivo.
    Esa maravillosa frase tuya lo resume todo "...cuando se celebra el milagro de saber disfrutarlo a pequeños sorbos"
    Gracias también por descubrirme este blog, es fantástico. ¡Enhorabuena!

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    1. Gracias Coral, me alegra que te haya gustado. En realidad el mensaje que trasladas basado en vuestra experiencia vital, no solo ayuda a padres/hermanos/familiares de niños con Down, es un mensaje dirigido a todos aquellos padres de niños diferentes. Tengo que decirte que en su lectura también me removió el alma, cada uno extrae sus recuerdos y hace su propio balance. Un abrazo Coral, no dejes de escribir.

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